Incorporar a nuestro equipaje de recursos profesionales técnicas prácticas y que funcionan, suele ser uno de los criterios fundamentales cuando elegimos una propuesta formativa.
En el trabajo con profesionales, equipos y organizaciones junto a estrategias más explicitas, como la construcción consciente de propósitos por ejemplo, necesitamos entrenar una mirada hacia las dinámicas más invisibles: lealtades, bucles relacionales, patrones repetidos, triángulos, alianzas, coaliciones,… El trabajo con figuras es una oportunidad para entender esta red de relaciones necesarias para afrontar la tarea.
Además, las figuras nos permiten diseñar escenarios para trascender a conversaciones entre personas, constelar problemas para pensar con los dedos y construir en un tercer espacio compartido. Este trabajo ayuda a reflexionar y a cristalizar ese futuro que emerge.