Autoconsumible: ¿Cómo gestionar un conflicto sin que te atrape?
Los tiempos de crisis ponen a prueba a las personas y, también, a los equipos. Cuesta mucho esfuerzo sacar proyectos adelante, hacer que los equipos se sientan cohesionados y miren hacia un horizonte común.
Estas situaciones difíciles nos pueden llevar a poner “parches” para avanzar sin detenernos a recuperarnos y a trabajar en lo que está sucediendo.
Desarrollar la resiliencia en el equipo genera la capacidad para gestionar la presión del momento y reforzar cómo hacemos frente a las adversidades para conectar con los recursos que ya existen.
Cuando intervenimos en un equipo trabajamos para hacer visible algo que no ha sido visto aún o no, al menos, con la fuerza necesaria para generar cambios. También trabajamos para conectar con recursos olvidados o que no se han tenido en cuenta. Pero lo más importante es trabajar para que el sistema se vuelva resiliente; que el compromiso de los integrantes sea cada vez mayor para poder soportar los vientos de cambio que vienen desde el exterior. Y esto, en un contexto como el actual, es algo fundamental.
Para lograr equipos resilientes, la conexión o reconexión con recursos es un factor imprescindible. Estos recursos están muchas veces “perdidos” en las dinámicas sistémicas y, cuando esto sucede, aparecen las deficiencias. Volver al mundo de la riqueza de los recursos significa poder ver estos caminos de conexión o reconexión para mirar desde una perspectiva diferente. Para lograr este objetivo es de gran ayuda contar con estructuras y formatos de relación entre los elementos.
